Curioso personaje político este Hugo Chávez, presidente "electo" de Venezuela, paradigma del célebre dicho "donde dije digo, digo Diego" y la primera persona que veo que en un acto público es capaz de sacarle un mal gesto a nuestro Rey. Durante la última Cumbre Iberoamericana celebrada en Chile, S. M. el rey Don Juan Carlos no pudo aguantar más y ante las constantes interrupciones de Chávez durante el discurso del presidente Zapatero en defensa de Aznar (lo nunca visto), se incorporó sobre su asiento y soltó enfadado y amenazante su ya famoso: "por qué no te callas?"
El Rey posiblemente no estaba atravesando un buen momento personal debido fundamentalmente a dos cosas: la controvertida visita a Ceuta y Melilla que tanto molestó a Marruecos y la inminente por aquel entonces y a la postre confirmada separación matrimonial de su hija, la infanta Elena.
Tampoco Chávez llegaba a esa cumbre en un buen momento, pero por razones muy distintas. Tiene a medio país en la calle en contra de la reforma constitucional de tropecientos artículos de la Carta Magna venezolana que básicamente le otorgan poder casi absoluto y que quiere imponer por referéndum el día 2 de diciembre. Y tenía en mente la idea de dirigir el cotarro sudamericano junto a sus inseparables Fidel y Evo Morales, bajo un socialismo político y económico que chocaba de lleno con las ideas integradoras de la cumbre que entre otros, impulsaba España. Hacer ruído le viene muy bien a Chávez. Meterse con todo el mundo lo hace también muy bien.
Empezó llamando "fascista" a Jose Mª Aznar. Luego no dejó hablar tranquilo a nuestro Pesidente cuando no tenía el turno de palabra, que digo yo que para una vez que Zapatero sale en defensa de Aznar... Posteriormente se metió con la Corona y cuestionó al Rey. A continuación amenazó a las empresas españolas de Venezuela. Finalmente afirmó no haber oído al Rey, ni haberle visto marcharse del acto. Y ahora, tras la última cumbre de la OPEP, acaba de enseñar los dientes nuevamente a EE. UU. con amenazas sobre el precio del petróleo. Curioso personaje este Chávez. Solo lamento que el Rey haya perdido los nervios de esa manera. Porque eso no debe hacerlo nunca un rey y sobre todo porque parece que Chávez nunca se calla.
El Rey posiblemente no estaba atravesando un buen momento personal debido fundamentalmente a dos cosas: la controvertida visita a Ceuta y Melilla que tanto molestó a Marruecos y la inminente por aquel entonces y a la postre confirmada separación matrimonial de su hija, la infanta Elena.
Tampoco Chávez llegaba a esa cumbre en un buen momento, pero por razones muy distintas. Tiene a medio país en la calle en contra de la reforma constitucional de tropecientos artículos de la Carta Magna venezolana que básicamente le otorgan poder casi absoluto y que quiere imponer por referéndum el día 2 de diciembre. Y tenía en mente la idea de dirigir el cotarro sudamericano junto a sus inseparables Fidel y Evo Morales, bajo un socialismo político y económico que chocaba de lleno con las ideas integradoras de la cumbre que entre otros, impulsaba España. Hacer ruído le viene muy bien a Chávez. Meterse con todo el mundo lo hace también muy bien.
Empezó llamando "fascista" a Jose Mª Aznar. Luego no dejó hablar tranquilo a nuestro Pesidente cuando no tenía el turno de palabra, que digo yo que para una vez que Zapatero sale en defensa de Aznar... Posteriormente se metió con la Corona y cuestionó al Rey. A continuación amenazó a las empresas españolas de Venezuela. Finalmente afirmó no haber oído al Rey, ni haberle visto marcharse del acto. Y ahora, tras la última cumbre de la OPEP, acaba de enseñar los dientes nuevamente a EE. UU. con amenazas sobre el precio del petróleo. Curioso personaje este Chávez. Solo lamento que el Rey haya perdido los nervios de esa manera. Porque eso no debe hacerlo nunca un rey y sobre todo porque parece que Chávez nunca se calla.
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