Muchas gracias una vez mas por el seguimiento que haceis a mi blog y por vuestros comentarios, de verdad. Cada vez que tengo alguno me llevo una alegria enorme. Con vuestro apoyo me ayudais a convertir esta experiencia en algo aun mas genial. Ya os lo digo a cada uno en los mails, pero tambien queria reflejarlo por aqui: sois los mejores. Esta semana pasada ha sido algo mas ajetreada que la anterior. Si en ella la nota predominante habia sido la tranquilidad fruto de la consolidada adaptacion de todos nosotros a la ciudad y al colegio, en la que acaba de terminar el ambiente se ha enrarecido tanto como el lluvioso cielo de Ottawa estos dias. El motivo, Yadi, es que aunque los estudiantes estan de "vacaciones", tienen la obligacion de hablar en ingles en todo momento dentro del centro, y eso es algo que parece que a algunos les cuesta aceptar. De ahi vienen los castigos que les imponen aqui a esos pequenhos y rebeldes reivindicadores de la lengua de Cervantes. Paradojicamente por darle demasiado a la lengua.
No obstante, hoy preferia hablaros de mis companheros de trabajo: profesores, colegas y sobre todo monitores. De la gente que me rodea, en una palabra. Quisiera deciros en primer lugar que quien estereotipe la figura del monitor como el clasico joven ultra mega chupi guay y super enrollado con los ninhos, alternativo al vestir, sin miedo a la vergüenza y amante de los juegos; acierta. Y en segundo lugar, que quien me asocie con esa clase de persona, evidentemente falla. Yo no soy monitor, por mucho que ese sea mi cargo aqui. Por unos motivos o por otros, creo que soy un chico bastante mas seriote para este tipo de cosas. Me conoceis bien: me gustan los ninhos y pese a que quizas este mal que yo lo diga, creo que no se me da mal tratar con ellos. Tambien sabeis que tengo mi lado divertido y extrovertido, que adoro los deportes y que encuentro en la ensenhanza mi vocacion frustrada. Pero no me sale del alma ese rollo de colegueo efusivo, desinteresado y cargante, ni la excitante predisposicion que los monitores locales demuestran a la hora de recortar cartulinas de colores para hacer carteles o cosas por el estilo. Por eso para desempenhar mi trabajo aqui, escojo siempre la parte mas funcional y pragmatica. Soy el primero en apuntarme a practicar algun deporte con los chicos y en ayudar a los profesores en sus clases, pero cuando se trata de decidir en las reuniones como podria funcionar mejor el taller de costura o quien se podria encargar de crear una mascara con materiales reciclables, me dedico a hacer listening.
Afortunadamente no estoy solo en esta filosofia de vida dentro del colegio Deslauriers. Ya os he hablado de Luismi, el otro monitor espanhol del programa Explore Ottawa, aunque al igual que yo, de monitor en el sentido del topico, no haya mucho. Es profesor de un colegio de Logronho y Canada es su segunda casa. Tiene ese gracioso acento riojano que se confunde con el vasco en algunos comentarios espontaneos. Como todo buen Rioja, Luismi entra bien desde el primer momento gracias a su simpatia y a su risa contagiosa, pero como todo buen Rioja, con el tiempo te acabas dando cuenta de su categoria, merced a su experiencia y buenos consejos. Majete y campechano, padre de familia el, es de complexion fuerte, mofletes sonrosados y pelo corto y castanho claro, casi rubio. Hablamos de un hombre tranquilo, pero amante de emociones intensas, pues no se ha perdido ninguna de las actividades de fin de semana que organiza el colegio, tales como tirolinas o karting. Hablamos de un Gran Reserva.
Anna, Marianne, Josée, las dos Jess, Elise y Emma son las monitoras locales. André, el unico varon. Son en lineas generales bastante agradables y uno se siente a gusto con ellos. Llevan camisetas amarillas como unica distincion de uniforme laboral alguno. Luismi y yo trabajamos con este equipo de jovenes honrados, timidos y poco marchosos, colaborando a la hora de preparar los juegos y actividades que se curran para los chicos. Su trato es espontaneo y familiar, pero aun si nunca terminas de sentirte como en casa porque su cultura es a veces un abismo inalcanzable para un chico como yo que ha pasado toda su vida al otro lado del charco. Esa abrupta diferencia se pone de manifiesto especialmente en esos pequenhos detalles de educacion que el dia a dia de aqui ha convertido en barreras casi tan altas como la progresion que esta marcando Contador en el ciclismo mundial (que grande eres, Alberto). Yo me considero bastante anglosajon en la manera de pensar y ver la vida, pero mi identificacion con todo lo que suena a british acaba donde empieza esa doble moral que tienen en estos paises, incluido Canada. Me refiero a esa del good morning, el please y el thank you permanentemente pegados en los labios, y al mismo tiempo esa irresistible tentacion de torcer la mirada cuando acabado el ritual de aparente cortesia, te los cruzas por los pasillos y son mas frios que el agua del rio Ottawa en invierno. En ocasiones, hasta el punto de no responder al timido nuevo saludo de rigor.
Con los profesores hay otro tipo de relacion, mas profesional si cabe; pero a la vez mas sincera y cercana. Tamara, Kate y Tyler son mis principales valedores y me demuestran todo el afecto que jamas habia pensado encontrarme en mi aventura en tan poco tiempo. Tamara, que ya me ha invitado a su casa a cenar en dos ocasiones, da clases en el nivel avanzado y mas de una manhana he sido parte integra de sus actividades, trabajando codo a codo con ella como un profesor ayudante de universidad. Son ejercicios de participacion activa y de conversacion en los que colaboro mas feliz que una perdiz. Con Tyler ocurre algo parecido. En su taller de periodismo ayudo a los chicos con un blog que estan creando sobre el programa. Si tienen que salir a hacer una entrevista los acompanho y asesoro. Si hay que explicar algo sobre la profesion, Tyler me cede el testigo y la pizarra para que las miradas se centren en mi. Nunca antes me habia imaginado con mi edad impartiendo clase en un colegio a estudiantes canadienses sobre cuestiones de la carrera que siempre habia considerado que eran chorradas, como la estructura de piramide invertida y las famosas 5W de cada articulo, o la espiral del silencio, por citar algunas ocurrencias made in Complutense. Si, lo reconozco: soy un friki.
Os confieso que me alegro mucho de haberos contado todas estas cosas. De los posts que tengo en mente este era el que menos me apetecia hacer porque me parecia un poco conhazo, pero digamos que me auto-obligue porque creo que es una interesante manera de que conozcais mas sobre mi vida aqui. Os lo debia por vuestra fidelidad. Solo espero que mi empenho por publicarlo tras tres intentos fallidos (lo iba a colgar el pasado jueves) haya merecido la pena y no os hayais aburrido mucho al leerlo. Manhana mismo intentare ponerme con el siguiente. Un abrazo enorme con palmadita en la espalda para vosotros; un besinho fuerte para vosotras.
No obstante, hoy preferia hablaros de mis companheros de trabajo: profesores, colegas y sobre todo monitores. De la gente que me rodea, en una palabra. Quisiera deciros en primer lugar que quien estereotipe la figura del monitor como el clasico joven ultra mega chupi guay y super enrollado con los ninhos, alternativo al vestir, sin miedo a la vergüenza y amante de los juegos; acierta. Y en segundo lugar, que quien me asocie con esa clase de persona, evidentemente falla. Yo no soy monitor, por mucho que ese sea mi cargo aqui. Por unos motivos o por otros, creo que soy un chico bastante mas seriote para este tipo de cosas. Me conoceis bien: me gustan los ninhos y pese a que quizas este mal que yo lo diga, creo que no se me da mal tratar con ellos. Tambien sabeis que tengo mi lado divertido y extrovertido, que adoro los deportes y que encuentro en la ensenhanza mi vocacion frustrada. Pero no me sale del alma ese rollo de colegueo efusivo, desinteresado y cargante, ni la excitante predisposicion que los monitores locales demuestran a la hora de recortar cartulinas de colores para hacer carteles o cosas por el estilo. Por eso para desempenhar mi trabajo aqui, escojo siempre la parte mas funcional y pragmatica. Soy el primero en apuntarme a practicar algun deporte con los chicos y en ayudar a los profesores en sus clases, pero cuando se trata de decidir en las reuniones como podria funcionar mejor el taller de costura o quien se podria encargar de crear una mascara con materiales reciclables, me dedico a hacer listening.
Afortunadamente no estoy solo en esta filosofia de vida dentro del colegio Deslauriers. Ya os he hablado de Luismi, el otro monitor espanhol del programa Explore Ottawa, aunque al igual que yo, de monitor en el sentido del topico, no haya mucho. Es profesor de un colegio de Logronho y Canada es su segunda casa. Tiene ese gracioso acento riojano que se confunde con el vasco en algunos comentarios espontaneos. Como todo buen Rioja, Luismi entra bien desde el primer momento gracias a su simpatia y a su risa contagiosa, pero como todo buen Rioja, con el tiempo te acabas dando cuenta de su categoria, merced a su experiencia y buenos consejos. Majete y campechano, padre de familia el, es de complexion fuerte, mofletes sonrosados y pelo corto y castanho claro, casi rubio. Hablamos de un hombre tranquilo, pero amante de emociones intensas, pues no se ha perdido ninguna de las actividades de fin de semana que organiza el colegio, tales como tirolinas o karting. Hablamos de un Gran Reserva.
Anna, Marianne, Josée, las dos Jess, Elise y Emma son las monitoras locales. André, el unico varon. Son en lineas generales bastante agradables y uno se siente a gusto con ellos. Llevan camisetas amarillas como unica distincion de uniforme laboral alguno. Luismi y yo trabajamos con este equipo de jovenes honrados, timidos y poco marchosos, colaborando a la hora de preparar los juegos y actividades que se curran para los chicos. Su trato es espontaneo y familiar, pero aun si nunca terminas de sentirte como en casa porque su cultura es a veces un abismo inalcanzable para un chico como yo que ha pasado toda su vida al otro lado del charco. Esa abrupta diferencia se pone de manifiesto especialmente en esos pequenhos detalles de educacion que el dia a dia de aqui ha convertido en barreras casi tan altas como la progresion que esta marcando Contador en el ciclismo mundial (que grande eres, Alberto). Yo me considero bastante anglosajon en la manera de pensar y ver la vida, pero mi identificacion con todo lo que suena a british acaba donde empieza esa doble moral que tienen en estos paises, incluido Canada. Me refiero a esa del good morning, el please y el thank you permanentemente pegados en los labios, y al mismo tiempo esa irresistible tentacion de torcer la mirada cuando acabado el ritual de aparente cortesia, te los cruzas por los pasillos y son mas frios que el agua del rio Ottawa en invierno. En ocasiones, hasta el punto de no responder al timido nuevo saludo de rigor.
Con los profesores hay otro tipo de relacion, mas profesional si cabe; pero a la vez mas sincera y cercana. Tamara, Kate y Tyler son mis principales valedores y me demuestran todo el afecto que jamas habia pensado encontrarme en mi aventura en tan poco tiempo. Tamara, que ya me ha invitado a su casa a cenar en dos ocasiones, da clases en el nivel avanzado y mas de una manhana he sido parte integra de sus actividades, trabajando codo a codo con ella como un profesor ayudante de universidad. Son ejercicios de participacion activa y de conversacion en los que colaboro mas feliz que una perdiz. Con Tyler ocurre algo parecido. En su taller de periodismo ayudo a los chicos con un blog que estan creando sobre el programa. Si tienen que salir a hacer una entrevista los acompanho y asesoro. Si hay que explicar algo sobre la profesion, Tyler me cede el testigo y la pizarra para que las miradas se centren en mi. Nunca antes me habia imaginado con mi edad impartiendo clase en un colegio a estudiantes canadienses sobre cuestiones de la carrera que siempre habia considerado que eran chorradas, como la estructura de piramide invertida y las famosas 5W de cada articulo, o la espiral del silencio, por citar algunas ocurrencias made in Complutense. Si, lo reconozco: soy un friki.
Os confieso que me alegro mucho de haberos contado todas estas cosas. De los posts que tengo en mente este era el que menos me apetecia hacer porque me parecia un poco conhazo, pero digamos que me auto-obligue porque creo que es una interesante manera de que conozcais mas sobre mi vida aqui. Os lo debia por vuestra fidelidad. Solo espero que mi empenho por publicarlo tras tres intentos fallidos (lo iba a colgar el pasado jueves) haya merecido la pena y no os hayais aburrido mucho al leerlo. Manhana mismo intentare ponerme con el siguiente. Un abrazo enorme con palmadita en la espalda para vosotros; un besinho fuerte para vosotras.
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