jueves, 5 de agosto de 2010

Torontontera: citas in the evening

Imaginad lo contento que me voy a trabajar cada manhana a la escuela ILSC, metro St. Patrick, si para desayunar no hay dia en el que no tenga en mi casa gofres con chocolate. Yo creo que cualquiera que lo probara saldria por la puerta silbando y ayudando a viejecitas a cruzar la calle. Por lo menos a mi me pone de mejor humor y eso hace que mis estudiantes lo noten y les de por sonreir tambien. La actitud positiva es increiblemente contagiosa. Creedme, todos deberiamos ponerla en practica mas a menudo.
Por otra parte, imaginad lo agusto que tambien me voy a la cama cada noche si el final de la jornada consiste en una reunion informal de monitores, de esas que nos encantan a todos, en las que solo se habla del trabajo para reir alguna anecdota pasada, sentados en sitios que no importan, por el mero placer de quedar en los rincones perdidos de Toronto, preferiblemente al aire libre, aunque nos vale igual en torno a unas cervezas o en su defecto cualquier otra cosa que se os ocurra: refrescos, perritos calientes, nachos... Si, amigos; this is America.
Me conto un musico ambulante de la calle College que el country ya no es lo que era. Y me dijo despues de hablar un buen rato sobre Springsteen que alguien le habia informado de que los monitores espanholes de Red Leaf se ven todas las tardes a las 20.30h en Dundas Square, en la esquina del Hard Rock Cafe. Le pedi amablemente que continuara mientras se encendia un cigarrillo porque me parecia informacion valiosa. Me explico John, que asi se llamaba el tio, que los monitores desde ahi bajan la calle Yonge y luego varian el itinerario cada noche en busca de nuevos lugares para relajarse del duro trabajo con los estudiantes. Se sientan y conversan, sacan fotos divertidas y luego las suben al Facebook, rien y ahogan las penas con la brisa que llega del muelle. Segun parece, juntos tienen el poder de transformar cualquier preocupacion en una cuestion menos importante que la nacionalidad de procedencia en Canada. Los monitores disfrutan del pais y de pasar un mes de sus vidas en una ciudad como Toronto. Una vez al dia; las mejores horas.
Al bueno de John le deje un Dollar cincuenta de propina y le pedi que me tocara Cold Missouri Waters. La bordo, por cierto. Todavia me acuerdo de sus desgastados acordes de acustica flotando en el ambiente del borde Este del barrio de Little Italy, mientras yo me alejaba calle abajo. Poco despues cogi el tranvia rumbo al Eaton Centre. Habia quedado y llegaba tarde. A las 20.30h en Dundas.

1 comentario:

  1. Qué bonito! Ya me hubiera gustado que mi realidad fuera la misma que tú describes.

    Yo sólo quiero olvidarme de Toronto, (aunque gracias a ti mi estancia fuera mucho más llevadera). No sé si dejar de leerte... ;-))

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