viernes, 4 de septiembre de 2009

Oasis, D. E. P.

Estaba yo en Galicia, donde he aprendido a desconectar de todo y a revitalizar el amor propio a base de alimentar sueños y proyectos de futuro. Las playas de mi tierra, en el "curruncho" del noroeste donde están mis raíces, es lo que tienen de balsámico. Fue entonces cuando me enteré de la condenada noticia: Noel Gallagher abandona Oasis. La razón, dice en un escueto comunicado en la web oficial de la banda, es que la relación con su hermano Liam (vocalista del grupo) es insostenible. Anteriormente Noel ya los había dejado tirados en dos ocasiones, según parece por el mismo motivo. Pero esta vez, muy a mi pesar, me temo que a la tercera va la vencida y Oasis se ha terminado para siempre. Quiero soñar todavía con que harán las paces como buenos hermanos. Sin embargo, lo que más me desalienta del asunto, es que precisamente de buenos hermanos los Gallagher tienen poco.
Le pediría a Noel desde aquí No te marches, No vuelvas al enfado con Liam. Quisiera sugerirle que reconsidere su decisión. Consentir una última oportunidad. Principalmente porque sus miles, millones de fans, lo son también de Oasis, de la que él es parte indisoluble, su alma-máter y principal valedor; su esencia y su verdadera Estrella del Rock & Roll. Sin ti Oasis se muere, entre Cigarrillos y Alcohol. Aunque sea Quédate por mí, Noel, en la que sigo y seguiré considerando no sólo la mejor banda de pop-rock de los 90, sino también la mejor de la historia junto a los Beatles; esa historia que tú has escrito con letras memorables, auténticos himnos de la música moderna, Todo alrededor del mundo durante estos últimos más de 20 años.
Estamos aquí ahora, todos tus seguidores, tan secos y tristes, que únicamente queda Deslizarse a la colección de discos que deja vuestro legado, a la nostalgia del vacío musical donde ya No causa sombra nadie a vuestro inmejorable talento. Entiendes a lo que me refiero? Con vuestro repentino final, que Alguien podrá decir que por temido, era de esperar tarde o temprano, ahora Quién siente amor? Cuál es la historia en su mañana de gloria? Qué será de mis preferencias musicales de hoy en adelante? Quién se atreverá a imitaros? Espero, pienso, creo que nadie será capaz de semejante proeza; de llevar a cabo ese Plan maestro que sería sustituiros.
Hazte a la idea de que el Pájaro cantor se ha quedado mudo porque tu adiós supone, Poco a poco, Ir cayendo en la melancolía y en la amargura de que vuestra ausencia será más dura que chocar de bruces contra la Pared maravillosa que acaba de derrumbarse. Vuestro repentino fin es como pasar a tener de repente un pedazo de corazón arrancado, no saber con quién Hablar esta noche; Mitad del mundo más lejos. Pero si no quieres o no puedes continuar, lo entiendo. Aunque llore yo o llore Lyla. Es una pena, una Canción triste, pero la asumo. Imagino (o intuyo de tus palabras más bien) el calvario personal que habrás sufrido en la última gira, así que vale; basta de metáforas deprimentes. Estoy pensando que, total, lo mejor que puedo decirte llegados a este punto es que me consuela enormemente haber formado parte de esa generación brit-pop que ha crecido con vuestra música y tanto os ha venerado. Ir a sacarlo fuera, para revelar ese gran secreto a la gente, es justo lo que pienso hacer. Reconoceros y defenderos como los mejores allá por donde vaya, aunque ahora mismo no me sienta muy Supersónico que digamos. Os lo debo por tantas horas de buena música en la invisible compañía de tus guitarras sonando en la radio de mi habitación, desde que tenía 12 años y os descubrí por primera vez. Tal vez vuestro viaje haya acabado definitivamente, como perdiéndose en una ensoñadora Supernova de champagne que no hace más que Apagarse. Pero, Noel, si vuestro propósito era tocar y Vivir para siempre, lo habéis conseguido. Sois, al menos para mí, inmortales.