jueves, 30 de julio de 2009

Diario del Canada (un dia cualquiera)

Os he hablado ya de muchas cosas sin apenas haberos contado acerca de mi dia a dia en Ottawa. Quizas escribir sobre la vida que llevo aqui sea el apartado menos importante de mi aventura, pero no necesariamente por ello el menos interesante. O eso quiero pensar sin caer en el egocentrismo. Concededme un homenaje a lo Show de Truman y yo os prometo dar con el cuento que mejor describa una jornada normal en la capital canadiense. Que hago y que dejo de hacer desde que levanto hasta que me acuesto. La historia de 24h cualquiera que sirvan como paradigma para ilustrar el programa Explore al completo, desde que llegase el 4 de julio hasta que me marche de aqui en poco mas de una semana.
Un dia cualquiera en Ottawa comienza a las 7.30h; las 13.30h en Espanha. En ese momento suena mi despertador con el mitico On the sofa, de Sidonie. Tras los 10min de rigor acurrucado entre las sabanas, uno de los mayores placeres que existen, reacciono y me levanto cegado por la luz del sol que cada mahana evidencia la ausencia total de persianas en las casas canadienses. Subo las escaleras y saludo al gato, que dormita ocupando entero uno de los escalones con su descomunal barriga. El me mira y bosteza; creedme, lo tengo en el bote. En el banho de la segunda planta me ducho y me visto. Luego bajo a la primera para desayunar en la cocina. Suelo tomar un vaso de zumo, cereales con leche a la que anhado un poco de cafe instantaneo y alguna cookie o un trozo de cynamon, un tipo especial de pastel que hacen aqui y que esta delicioso. Posteriormente me preparo el almuerzo para despues, termino de asearme y salgo de casa a eso de las 8.45h, con mi mochila a cuestas y una pequenha carpeta donde tengo a mano la informacion mas importante.
El paseo hasta el colegio dura unos 15min o lo que es lo mismo, unas cuatro canciones en mi mp3. Saliendo desde mi calle cruzo Fisher Avenue y atajo por un enorme aparcamiento donde queda al lado una iglesia de arquitectura modernista. En esa explanada, los fines de semana familias enteras acuden a misa durante el dia y pandillas de jovenes escuchan musica y hacen botellon en sus coches por las noches. Camino a continuacion por Viewmont St., una de las principales arterias del distrito de Nepean, sin mas ruido que el de mis pasos y algun vehiculo aislado; rodeado de casitas tipicamente americanas con su jardincito delante y sus enormes coches aparcados enfrente del garaje. En esta zona de la ciudad, la tranquildad y el silencio decidieron casarse y luego instalarse como un vecino mas del barrio. De eso me cuentan por aqui que hace ya mas de 20 anhos. Tuvieron, poco tiempo despues, una ninha a la que llamaron seguridad, que se deja notar en cada parque, esquina, cruce o detalle, y de la que todo canadiense se siente profundamente orgulloso de haber ayudado a crecer.
Alrededor de las 9h llego a la escuela, mas o menos cuando vosotros estais empezando o terminado de comer. Las ardillas que me observan desde las copas de los arces colindantes o que corretean por la pradera son testigos de mis actos. Una vez dentro, mi ritual consiste en comprobar la asistencia de mis alumnos a clase y bajar a la sala de informatica para repasar por primera vez el correo y la prensa online de Espanha. En algunos ordenadores coloque elpais.com en favoritos, jeje. Aproximadamente una hora despues, todos los dias tenemos una reunion de monitores como si de una cumbre de altos ejecutivos se tratase, aunque de ejecutivos tengamos mas bien poco: altos si que son estos canadienses. Ni solucionamos la crisis economica, ni ampliamos mercados en Asia; simplemente fijamos el orden del dia y preparamos actividades, excursiones y juegos en los que toman parte los estudiantes. En estas asambleas intervengo poco, escucho mucho y entiendo a medias. A veces hablan tan rapido que me avergüenza pensar que ya se hayan pispado de que rio algunas bromas sin entender cual es el chiste.
Tras un breve descanso que tienen los alumnos a las 10.30h entre clase y clase y que aprovecho para hablar con ellos y sondear que todo les va estupendamente, lo que ocurra cada dia hasta la hora de mi almuerzo es una loteria. O mas que una loteria, cada jornada es un nuevo capitulo de vocabulario especifico en mi libro Aprenda ingles en Canada. Leccion 1, como hablar con la directora para quejarse sobre aspectos disciplinarios del programa; Leccion 2, claves para colaborar en una clase con un profesor del colegio sin quedar como un ignorante delante de los alumnos; Leccion 3, saber usar el telefono en Administracion para solucionar problemas con las familias de acogida; Leccion 24, manual de preguntas y respuestas con la oficinista de turno sobre el fax y como utilizarlo...
De 12h a 13h es el lunch time, mientras alla por la patria unos estais saliendo del trabajo y otros apurais el ultimo banho en la piscina. Yo en estos momentos me como el sandwich de lechuga, jamon cocido y crema de cacahuete que me fabrico (y digo bien) cada manhana. De postre el menu suele ser platano y barritas de cereales para tirar como si estuviera subiendo el puerto de montanha con plato grande. Y justo despues, si no hay mucho curro, me voy al gimnasio y reto a algunos de mis chicos y chicas a un partidito de baloncesto. Normalmente mi equipo suele ganar, pero a veces me han dejado en evidencia. Que quereis que os diga; si se me diera mejor lo de la canasta, lo mismo estaba en estos instantes de mi vida un poquito mas al sur, en alguno de los States jugando para alguna franquicia NBA.
A medida que se os hace de noche al otro lado del Atlantico, yo termino mi trabajo en la escuela Deslauriers. Coincidiendo con vuestra cena a las 21h, las 15h de aqui, generalmente suelo regresar a casa. De nuevo prefiero caminar; el autobus lo dejo para mas adelante, cuando despues de parar en mi "hogar, dulce hogar" de Ottawa a descansar un ratito, dejar mis cosas y comer algo, me marcho de nuevo a la parada mas cercana para bajarme al centro de la ciudad y perderme por sus calles durante toda la tarde. Aprovecho para desconectar, conocer la downtown, pensar y sacar fotos. Intento disfrutarlo sin mas, vivir al maximo mi viaje a la tierra de los castores. Teneros a todos presentes en mi cabeza mientras estais durmiendo y sonhando vuestra madrugada, antes de volver a coger el bus para regresar a casa, cenar y posteriormente saborear un buen te junto a mi familia, a la par que charlamos o jugamos a las cartas.
Se hacen las 11h y me voy a la cama. Al principio me metia directamente en el sobre e ingresaba en coma. Cosas del jet lag. Pero hace como dos semanas descubri de pura casualidad en un canal de la television canadiense que todas las noches de lunes a viernes me echan House. Y logicamente ha sido mi perdicion; la causa por la que cada dia me cuesta mas trabajo levantarme. Eso si: merece la pena, me baja un poquito la morrinha. Aunque os confieso que entender a mi doctor en la lengua de Shakespeare sea un reto casi imposible de superar: que dificil es comprender los dialogos, frustracion como la que les entra a sus pacientes!
A medianoche, cuando alli son las 6h de la manhana, me acuesto definitivamente. Repaso la pelicula de las ultimas 12 horas antes de cerrar los ojos y dormirme. Un dia mas, un dia menos. En Ottawa.

jueves, 23 de julio de 2009

Diario del Canada (de los monitores)

Muchas gracias una vez mas por el seguimiento que haceis a mi blog y por vuestros comentarios, de verdad. Cada vez que tengo alguno me llevo una alegria enorme. Con vuestro apoyo me ayudais a convertir esta experiencia en algo aun mas genial. Ya os lo digo a cada uno en los mails, pero tambien queria reflejarlo por aqui: sois los mejores. Esta semana pasada ha sido algo mas ajetreada que la anterior. Si en ella la nota predominante habia sido la tranquilidad fruto de la consolidada adaptacion de todos nosotros a la ciudad y al colegio, en la que acaba de terminar el ambiente se ha enrarecido tanto como el lluvioso cielo de Ottawa estos dias. El motivo, Yadi, es que aunque los estudiantes estan de "vacaciones", tienen la obligacion de hablar en ingles en todo momento dentro del centro, y eso es algo que parece que a algunos les cuesta aceptar. De ahi vienen los castigos que les imponen aqui a esos pequenhos y rebeldes reivindicadores de la lengua de Cervantes. Paradojicamente por darle demasiado a la lengua.
No obstante, hoy preferia hablaros de mis companheros de trabajo: profesores, colegas y sobre todo monitores. De la gente que me rodea, en una palabra. Quisiera deciros en primer lugar que quien estereotipe la figura del monitor como el clasico joven ultra mega chupi guay y super enrollado con los ninhos, alternativo al vestir, sin miedo a la vergüenza y amante de los juegos; acierta. Y en segundo lugar, que quien me asocie con esa clase de persona, evidentemente falla. Yo no soy monitor, por mucho que ese sea mi cargo aqui. Por unos motivos o por otros, creo que soy un chico bastante mas seriote para este tipo de cosas. Me conoceis bien: me gustan los ninhos y pese a que quizas este mal que yo lo diga, creo que no se me da mal tratar con ellos. Tambien sabeis que tengo mi lado divertido y extrovertido, que adoro los deportes y que encuentro en la ensenhanza mi vocacion frustrada. Pero no me sale del alma ese rollo de colegueo efusivo, desinteresado y cargante, ni la excitante predisposicion que los monitores locales demuestran a la hora de recortar cartulinas de colores para hacer carteles o cosas por el estilo. Por eso para desempenhar mi trabajo aqui, escojo siempre la parte mas funcional y pragmatica. Soy el primero en apuntarme a practicar algun deporte con los chicos y en ayudar a los profesores en sus clases, pero cuando se trata de decidir en las reuniones como podria funcionar mejor el taller de costura o quien se podria encargar de crear una mascara con materiales reciclables, me dedico a hacer listening.
Afortunadamente no estoy solo en esta filosofia de vida dentro del colegio Deslauriers. Ya os he hablado de Luismi, el otro monitor espanhol del programa Explore Ottawa, aunque al igual que yo, de monitor en el sentido del topico, no haya mucho. Es profesor de un colegio de Logronho y Canada es su segunda casa. Tiene ese gracioso acento riojano que se confunde con el vasco en algunos comentarios espontaneos. Como todo buen Rioja, Luismi entra bien desde el primer momento gracias a su simpatia y a su risa contagiosa, pero como todo buen Rioja, con el tiempo te acabas dando cuenta de su categoria, merced a su experiencia y buenos consejos. Majete y campechano, padre de familia el, es de complexion fuerte, mofletes sonrosados y pelo corto y castanho claro, casi rubio. Hablamos de un hombre tranquilo, pero amante de emociones intensas, pues no se ha perdido ninguna de las actividades de fin de semana que organiza el colegio, tales como tirolinas o karting. Hablamos de un Gran Reserva.
Anna, Marianne, Josée, las dos Jess, Elise y Emma son las monitoras locales. André, el unico varon. Son en lineas generales bastante agradables y uno se siente a gusto con ellos. Llevan camisetas amarillas como unica distincion de uniforme laboral alguno. Luismi y yo trabajamos con este equipo de jovenes honrados, timidos y poco marchosos, colaborando a la hora de preparar los juegos y actividades que se curran para los chicos. Su trato es espontaneo y familiar, pero aun si nunca terminas de sentirte como en casa porque su cultura es a veces un abismo inalcanzable para un chico como yo que ha pasado toda su vida al otro lado del charco. Esa abrupta diferencia se pone de manifiesto especialmente en esos pequenhos detalles de educacion que el dia a dia de aqui ha convertido en barreras casi tan altas como la progresion que esta marcando Contador en el ciclismo mundial (que grande eres, Alberto). Yo me considero bastante anglosajon en la manera de pensar y ver la vida, pero mi identificacion con todo lo que suena a british acaba donde empieza esa doble moral que tienen en estos paises, incluido Canada. Me refiero a esa del good morning, el please y el thank you permanentemente pegados en los labios, y al mismo tiempo esa irresistible tentacion de torcer la mirada cuando acabado el ritual de aparente cortesia, te los cruzas por los pasillos y son mas frios que el agua del rio Ottawa en invierno. En ocasiones, hasta el punto de no responder al timido nuevo saludo de rigor.
Con los profesores hay otro tipo de relacion, mas profesional si cabe; pero a la vez mas sincera y cercana. Tamara, Kate y Tyler son mis principales valedores y me demuestran todo el afecto que jamas habia pensado encontrarme en mi aventura en tan poco tiempo. Tamara, que ya me ha invitado a su casa a cenar en dos ocasiones, da clases en el nivel avanzado y mas de una manhana he sido parte integra de sus actividades, trabajando codo a codo con ella como un profesor ayudante de universidad. Son ejercicios de participacion activa y de conversacion en los que colaboro mas feliz que una perdiz. Con Tyler ocurre algo parecido. En su taller de periodismo ayudo a los chicos con un blog que estan creando sobre el programa. Si tienen que salir a hacer una entrevista los acompanho y asesoro. Si hay que explicar algo sobre la profesion, Tyler me cede el testigo y la pizarra para que las miradas se centren en mi. Nunca antes me habia imaginado con mi edad impartiendo clase en un colegio a estudiantes canadienses sobre cuestiones de la carrera que siempre habia considerado que eran chorradas, como la estructura de piramide invertida y las famosas 5W de cada articulo, o la espiral del silencio­, por citar algunas ocurrencias made in Complutense. Si, lo reconozco: soy un friki.
Os confieso que me alegro mucho de haberos contado todas estas cosas. De los posts que tengo en mente este era el que menos me apetecia hacer porque me parecia un poco conhazo, pero digamos que me auto-obligue porque creo que es una interesante manera de que conozcais mas sobre mi vida aqui. Os lo debia por vuestra fidelidad. Solo espero que mi empenho por publicarlo tras tres intentos fallidos (lo iba a colgar el pasado jueves) haya merecido la pena y no os hayais aburrido mucho al leerlo. Manhana mismo intentare ponerme con el siguiente. Un abrazo enorme con palmadita en la espalda para vosotros; un besinho fuerte para vosotras.

martes, 21 de julio de 2009

Diario del Canada (weekend)

Este fin de semana ha sido la leche. Soy consciente de que aun me quedan pendientes muchas mas cosas que quizas deberia contaros antes de ponerme a hablar sobre mi tiempo libre, pero me lo he pasado tan bien que no me puedo resistir. Os prometo que sere breve en cualquier caso. El viernes despues de clases los chicos tenian una actividad obligatoria en el colegio que consistia en una especie de gimcana de pruebas deportivas. Yo me encargue de llevar la de baloncesto junto con un profesor muy majete llamado David. Tiene 26 y apoya a los Raptors. Naturalmente estuvimos hablando de Calderon, como podreis imaginar ;)
Por la tarde quede con Luismi, el otro monitor espanhol, y con Maria, una chica de nuestra edad muy agradable que esta estos meses por aqui para aprender ingles (os los presentare en futuros posts). Primero fuimos a dar un paseo por el centro de la ciudad y despues decidimos ir a cenar al Hard Rock Cafe de Ottawa, que queda en plena downtown muy cerquita del edificio del Parlamento, en una zona moderna llena de pubs irlandeses donde puedes sentarte a degustar una buena pinta de Guinnes con algun partidito de fondo en la television, generalmente de hockey o beisbol. El sitio es una pasada. Los que ya hayais estado en el de Madrid o en cualquier otro Hard Rock Cafe, ya conoceis de que va el rollo. Para los que no, el local seguia el mismo patron de esta famosa cadena de restaurantes en cuanto a decoracion se refiere. Estilo rustico, iluminacion amarillenta, mesas de madera y enormes barras de bar decoradas con motivos genuinamente americanos. Encerradas en vitrinas o colgadas de las paredes en majestuosos marcos, descansaban todo tipo de guitarras firmadas por grandes hitos de la historia de la musica de todos los tiempos. Me saque una foto junto a una preciosa acustica marron que tenia el autografo de Jethro Tull. Aparezco en la imagen ultrasonriente. Ya sabeis; uno, que se flipa mucho con estas cosas, jeje.
Cenamos en la planta de arriba, en la parte que tienen acondicionada con una terracita de verano muy chula que estaba semi vacia a eso de las 19.30h, cuando nos tomaron nota al poco de llegar. Los tres pedimos lo mismo: una impresionante hamburguesa de 11 onzas de carne aderezada con bacon, cebolla caramelizada, lechuga, tomate y queso Cheddar. Para beber saboree una canha de cerveza canadiense, de cuya marca la verdad es que no me acuerdo, pero que tenia un gusto similar al de una Cruzcampo, para que os hagais una idea. Yo monte mi espectaculo habitual con el ketchup y la mostaza, pero tranquilos: ni me manche, ni nadie salio herido tampoco. Tras pagar y dejar la propina de rigor a la simpatica camarera (en los restaurantes canadienses es obligatorio dejar siempre un 10% del total de la cena), bajamos a la planta baja para curiosear por la tienda. Y que quereis que os diga, lo mismo un dia de estos me doy un caprichito y me llevo la clasica camiseta de recuerdo.
Salimos fuera de nuevo y dimos un par de voltios en pleno atardecer hasta dar con el sitio perfecto para tomar el postre. Haciendo esquina con las calles Williams y George St., al abrigo de los enormes edificios del Byward Market de Ottawa, habia un pequenho puesto de BeaverTails o "colas de castor"; un dulce tipico de Canada que se parece a las torrijas madrilenhas: fino, crujiente, redondo y banhado en canela. Luismi insistio en invitarnos. Sentados en las pintorescas mesas enfrente a la caseta, a nuestro lado sonaban piezas de jazz tocadas por tres musicos ambulantes en plena jam session. No es que lo hiciesen demasiado bien, pero el aroma de la canela mezclado en mi cabeza con los acordes de un blues mas propio de Nueva Orleans, convirtieron ese rato entre risas y anecdotas en una verdadera delicia.
El sabado llovio casi todo el dia y por ese motivo desde el colegio habian decidido cancelar la actividad obligatoria que tenian prevista. Lo que en principio iba a ser una jornada de picnic y juegos en la playa se convirtio en una tarde libre que aproveche para poner al dia mis informes y para jugar a las cartas con mi familia canadiense. Lo mas cachondo es que tenian una baraja de naipes espanholes, regalo de un anterior monitor, asi que no desaproveche la oportunidad de ensenharles a jugar al mejor juego del mundo, que como todos sabeis, es el Tute. Que risas. Si vierais a Andréas "cantar las 40" con ese extranho acento canadiense mezcla de ingles y frances... Cuando terminamos de cenar, ya de noche, fue el turno para unas apasionantes manos al Poker. En la estrecha mesa de la cocina, sin mas luz que la de una pequenha lampara, estabamos los cuatro apostando entre bromas y tazas de te. Nadie gano, aunque mi tactica de arriesgar poco a poco me sirvio para ser uno de los que mas fichas tenia al final de la partida. El gato se acurruco cerca nuestra y apenas se movio en casi dos horas.
Y ya el domingo, despues del almuerzo, fue el turno de salir de Ottawa y realizar una pequenha excursion. En torno a una hora y media de coche en direccion suroeste se encuentra Thousand Islands. Es un lugar espectacular localizado en la misma frontera entre EE. UU. y Canada, formado (como su nombre bien indica) por mil islas de diferentes tamanhos desperdigadas por el rio San Lorenzo, casi en la desembocadura del lago Ontario. Lo mas interesante del asunto es que en cada una de esas islas la gente adinerada ha ido comprando el terreno y se ha construido su propia casita sobre ellas, con lo que lo mismo en un pequenho islote de menos de 300 metros cuadrados te encontrabas con el clasico chalet americano de madera y tejado picudo, con porche y canasta de baloncesto delante para los ninhos. Una vez llegados alli, compramos un billete para hacer el tipico tour en barco y durante unos 50min bordeamos algunas de esas islas, con personas que nos miraban sentadas en el patio de sus casas o haciendo alguna barbacoa con sus amigos, saludandonos a nuestro paso. Parece ser que todos tienen su propio bote para salir al continente a comprar o a divertirse, y que cuando llega el invierno y el rio se congela, cogen sus coches y se visitan los unos a los otros sobre la superficie helada. Menudas fotos divertidas nos sacamos en la cubierta del ferry. A ver si mis host brothers pueden colgar alguna en Facebook proximamente.
En fin, como siempre me he vuelto a enrollar mas de la cuenta y ahora tengo que marcharme. Hay tres estudiantes que se quedan hoy media hora castigados y he de estar con ellos en el aula. Os escribo pronto, palabra. Cuidaros mucho.

martes, 14 de julio de 2009

Diario del Canada (un colegio en el que trabajo)

Muchas gracias a todos por leerme y por vuestros comentarios. No sabeis que alegria me llevo cada vez que recibo noticias vuestras. Tomo nota tambien de las sugerencias y he aumentando un poquito el tamanho de la letra, aunque con respecto al tema de las fotos me temo que hasta que no regrese a Espanha no podre ensenharos ninguna.
Cada martes es el theatre`s cheapest day en Ottawa (algo asi como el dia del espectador) y por la mitad de precio puedes ir al cine con derecho a una consumicion y a un bote de palomitas por la compra de la entrada. Aprovechandonos de esta cirscunstancia, ayer fui con mi host family a un centro comercial gigantesco que queda por las afueras, muy en la linea de los que tenemos (teneis) alli, y vi la ultima de Pixar, Up, en 3D. La experiencia fue alucinante. Era la primera vez que iba al cine en Canada y tambien la primera que veia una pelicula en tres dimensiones y os aseguro que son el futuro. Ademas la historia era muy bonita y original, en la linea de las de Pixar, que no se como lo hacen, pero con cada nuevo largometraje siempre se superan. Os la recomiendo!
En cualquier caso, hoy de lo que me apetecia hablaros es de mi lugar de trabajo. Os invito a daros un pequenho paseo imaginario por la escuela Deslauriers, el sitio desde el que os escribo estas lineas.
El colegio se encuentra situado en la calle Chesterton, aproximadamente a unos 15min a pie desde mi casa. Es un edificio grande de dos pisos cuya planta tiene forma de H, con fachada de ladrillo rojo y rodeado por dos enormes campos de futbol con un cesped super cuidado por el que a veces corretean ardillas. La entrada principal da a un pequenho patio en el que los estudiantes dejan aparcadas sus bicicletas. Si entrais al inmueble por ahi, llegais a un espacioso hall principal con dos cabinas telefonicas a la derecha y una vitrina en el centro, pegada a una columna, que contiene algunos premios logrados por el equipo de hockey-hielo y de baloncesto. De frente, una puerta doble te mete en la cafeteria. A la izquierda, el ala oeste del colegio incluye el gimnasio, la sala de juntas y oficinas administrativas varias. A la derecha, el ala este te conduce a la sala de profesores, a la de monitores y a las aulas donde los chicos asisten a clase cada manhana.
La cafeteria hace las veces de auditorio porque en la pared de la izquierda hay un pequenho escenario que utilizan para asambleas y espectaculos. Justo enfrente del mismo, al otro lado de la sala, queda una zona un poco mas alta en forma de graderio como si de un pabellon polideportivo se tratase. Es un lugar muy amplio lleno de mesas con unas 12 sillas cada una, donde los chicos se reunen para comer. Tienen dos microondas encima de unas mesas mas altas en la esquina del fondo, como en mi facultad, y rodean el perimetro suspendidas del techo banderas de decenas de paises. La de Espanha queda sobre los bancos que estan pegados a la cocina, y se ve facil al entrar. Delante, una ancha galeria nos ensenha la campinha canadiense, custodiada por abetos y arces de un verde mas oscuro a ambos lados de la parcela.
Las aulas son pequenhitas, con capacidad para unos 20 alumnos. Todas cuentan con grandes ventanas que por la forma del edificio dan siempre al exterior. Estan llenas de manualidades apiladas en las esquinas que fabrican los estudiantes en los distintos talleres y sus corchos se ven plagados de notitas informativas en perfecto ingles. Las pizarras estan permanentemente manchadas por una nube de polvo de tiza, recien pasado el borrador. Es mentalidad anglosajona: siempre borran despues de escribir y explicar la leccion.
Las instalaciones, incluyendo el gimnasio, son bastante buenas pero sin ser modernas. Quiero decir que en Espanha tenemos colegios a la altura de este en cuanto a conservacion y mantenimiento del material se refiere, pero flaqueamos en medios. O sea, que podemos tener gimnasios tan cuidados como el que ellos tienen aqui, pero no se pueden equiparar en dimensiones ni posibilidades. Las colchonetas con las que cuentan, las porterias de hockey y futbol, las canastas... Dios mio, que canastas profesionales tienen aqui! Siempre que puedo echo unos tiros con algunos alumnos a la hora de la comida. Ayer fui el maximo anotador del concurso de triples, jeje.
Cuando caminas por sus pasillos marchitamente iluminados por esas angostas lamparas del techo, tienes la sensacion de estar en cualquier instituto de barrio de alguna ciudad americana, como los que aparecen en las series de television. El oxido del contorno de algunas puertas, su suelo de azulejos oscuros y sus taquillas grisaceas cubriendo las paredes le otorgan un toque de glamour inconfundible. El laboratorio de ordenadores, donde paso las horas escribiendo como un amanuense, es doble (son en realidad dos salas anexas) y debe de tener alrededor de unas 60 maquinas trabajando online al mismo tiempo. Casi se diria que vivo ahi y en la sala de monitores de la primera planta, mi pequenho y desordenado (no por mi) despacho.
En fin, creo que aqui concluye la visita guiada al museo. Espero que con mi aburrida descripcion os hayais hecho una idea de como es mas o menos mi lugar de trabajo. En proximos episodios os hablare de las personas que, como yo, vienen a currar aqui cada dia. Son todos gente encantadora. Cuidaros mucho, buenas tardes desde Ottawa!

domingo, 12 de julio de 2009

Diario del Canada (mi familia canadiense)

Hola a todos! Hoy os escribo desde mi casa de Ottawa, en la pequenha calle de Moorside Private, cerca del cruce de Viewmont St. con Fisher Avenue. Son las 18.15h y el cielo que amanecio esta manhana de domingo completamente despejado se ha vuelto a encapotar y llueve desde hace algunos minutos. Llevamos varios dias asi y no parece julio, pero el clima es agradable y se trabaja bien. En fin, parece mentira pero ya se ha pasado la primera semana en Canada (que rapido avanza el tiempo) y me apetecia escribir esta tarde sobre mi hogar y mi familia de acogida con el fin de que los conozcais a todos un poco mejor.
Vivo con una mujer de cinquenta y muchos de nombre Rachel Lefrancois, su hijo de 15 llamado Andréas, otro estudiante de la escuela que viene del Québec, Philippe, y un enorme gato de color anaranjado al que pusieron Finie. Lo del gato no es conha: es el mas grande que jamas he visto; parece un tigre. Esta tan gordo que practicamente se dedica a dormitar por la casa y comer. Cuando le hago alguna gracia es el colmo de la indiferencia. Rachel es una mujer algo nerviosa y tremendamente extrovertida. Le encanta bromear y realizar bailes e imitaciones de famosos y vecinos del barrio. Cada vez que salgo con ella para acompanharla a hacer algun recado, raro es el dia en el que no coge a alguien por banda y le suelta alguna excentricidad o le pide que baile el moonwalker para ella. En tan solo siete dias tengo anecdotas para aburrir. La otra tarde fuimos hasta una nave industrial de bricolage para cambiar una pieza del lavabo de su casa y os aseguro que estuvimos de palique con el fontanero al menos durante una hora. Lo mas gracioso es que el tio no sabia que era espanhol hasta casi el final de la conversacion. No me entere de la mitad de las cosas que decian, pero eso si; mejore mi vocabulario de fontaneria una barbaridad.
A Rachel le gusta conversar y que le cuenten cosas de Espanha. Es profesora y aunque ahora mismo no ejerce y esta retirada, siempre deja caer alguna reminiscencia de su etapa como docente en los pequenhos consejos del dia a dia. Tiene un gran sentido del humor y sabe muchisimo de todos los temas inimaginables. A veces nos acostamos un poco mas tarde que el resto mientras tomamos un buen te para conversar sobre politica, ensenhanza o acerca de mis dias de trabajo aqui. Completamente obsesionada por la limpieza, colecciona manias extranhas y locuras entranahbles. Asi por ejemplo, os dire que me obliga entre otras cosas a lavarme las manos y descalzarme en la entrada siempre que entro en casa para no traer "virus conmigo" al interior de la vivienda. O que no me deja lavar las prendas rojas con el resto de mi colada para que no pierdan "viveza los colores", literal. Tiene cabellos rubios salpicados por algunas canas desalinhadas y ojos azules bajo grandes gafas de disenho. Es delgada, tiene la voz dulce y esta obsesionada por encontrarme novia. Es muy gracioso porque cada vez que ve a una chica por la calle me avisa para que vaya a saludarla y si se encuentra con alguna que conoce directamente me la presenta. Ya charle con todas las cajeras del supermercado y dependientas de las cafeterias del distrito de Nepean.
Andréas es el clasico adolescente introvertido, cerebrito y amante de los ordenadores. Muy inteligente, tiene un pelo precioso de color castanho y gafas con monturas al aire. Le apasionan las bicicletas y los cohetes que compra por ebay y que lanza cada cierto tiempo junto a sus amigos. Suele vestir con ropas anchas y de vez en cuando luce la clasica gorra de beisbol mientras suelta alguna de sus ironias con su timbre de voz pausado y profundo. Le gusta mucho jugar online al Monopoly y escuchar a Eminen, pero destaca de manera principal porque todos le agradecemos enormemente las deliciosas comidas que prepara, pues la mayoria de las veces es el y no su madre quien se encarga de cocinar, y os aseguro que sus pizzas y su pollo Teriyaki con arroz estan deliciosos.
Philippe debe tener entre 15 y 17 anhos y viene al programa de verano que superviso en la misma escuela que mis estudiantes espanholes para mejorar su ingles. Es de la region del Québec, de Sherbrooke, y tiene un peculiar acento frances muy arraigado cada vez que habla. En muchas ocasiones se dirige en su lengua materna a Rachel y Andréas, momento que yo aprovecho para hacer una buena écoute y mejorar en mi comprension y fonetica. Es el fan numero uno mundial de Roger Federer y ya tenemos apalabrado un duelo fratricida en las pistas que quedan al lado del colegio, cerca de la piscina municipal, para dirimir quien es el mejor de los dos con la raqueta. Pelo rizado, ojos azules, complexion delgada; perfecto canadiense.
La casa es un duplex adosado de tres plantas y yo vivo en la parte de abajo, en lo que ellos llaman el basement, que es como una especie de sotano acondicionado que da al patio de atras de la vivienda. Mi habitacion es grande y muy comoda, con una cama de 1,20 para mi solo, un gran escritorio en el que redacto mis informes, television con 60 canales y hasta una mini-nevera con bebidas, quesitos y porquerias tipicamente americanas como crema de cacahuete o mermelada de arandanos. En general reina el desorden por doquier (algo que he constatado en varios hogares canadienses, bastante desordenados todos) y el gato campa a sus anchas por la moqueta de las escaleras y por la cocina, pero me gusta mi hogar aqui y me siento comodo y contento con la familia que me ha tocado. Manhana o en un par de dias os volvere a escribir para contaros mas cosas. En unos minutos nos vamos a cenar fuera. Hoy es domingo y nos lo tomamos con calma o como dicen aqui, we take it easy. Un abrazo fuerte desde Canada.

martes, 7 de julio de 2009

Diario del Canada (vuelo de ida y primeros dias)

Hola a todos desde Ottawa, la capital de Canada. Aqui son las 10.30h de la manhana y llueve (si, llueve!). Perdonadme las faltas de ortografia y la ausencia de letra "n" en el teclado canadiense que suplire con la solucion "nh" de la gramatica portuguesa. Asi evitare algun que otro malicioso malentendido. Es mi cuarto dia en el pais y dispongo de algo de tiempo para relataros las primeras anecdotas de mi aventura. Me encuentro ahora mismo en la sala de ordenadores del colegio Deslauriers, aprovechando que mis estudiantes estan en clase. Como habreis podido deducir por el nombre del centro, en Ottawa tambien se deja notar la influencia francofona del Quebec. Es una ciudad tremendamente tranquila y silenciosa. Yo vivo en la parte del suroeste, integrada por barrios residenciales de casitas unifamiliares con su porche ajardinado delante, su clasico buzon de correos hecho de madera pintada de blanco al borde de la acera, sus amplias carreteras/calles por las que circulan coches enormes y sus montones de parques salpicados por grandes arboles alrededor. En otro post os detallare mas sobre todo ello, aunque baste el estereotipo que os acabo de dibujar para que os hagais una primera idea.
El sabado el vuelo fue agotador. Me levante esa manhana a las 8.30h cargado de nervios y ultime los preparativos de mi viaje pensando en la responsabilidad que se me venia encima. Como tenia que estar tres horas antes de la salida del avion en el aeropuerto de Barajas, sali de casa en torno a las 10.30h. Nada mas llegar a la Terminal 1, cambie de divisa mi dinero para toda mi estancia, unos 500$CAN, y me encontre con el coordinador de aeropuertos de la empresa; Jorge, un tipo majisimo de mi edad que ya conoci en los cursillos de formacion. Enseguida subimos a la planta de salidas para gestionar la facturacion de las maletas de los chicos. Entre la de gente que habia en Barajas ese dia y mi completa falta de experiencia, fue complicado al principio controlar la situacion. Os lo podeis imaginar: madres histericas bombardeandote a preguntas sobre el programa, mientras tu respondes con una sonrisa de verdadero RR. PP. y compruebas al mismo tiempo en tu lista de vuelo que todo marcha correctamente. Con mas o menos agobios sali airoso del paso. Poco despues pasamos el control y accedimos a la zona de embarque, casi de carrerilla. Es increible lo rapido que se me paso todo, os lo aseguro.
Una vez alli entable conversacion directamente con los chicos por vez primera y no tuve demasiados problemas ni para explicarme ni para que me prestaran atencion. Tras las presentaciones de rigor les deje algo de tiempo libre con el unico proposito de poder comprarme un buen libro en algun Dutty Free, pero me fue imposible por falta de tiempo: algunos de ellos no se alejaban de mi y no paraban de hacerme todo tipo de preguntas. Asi que aqui estoy, sin libro al que poder echar mano. En el avion no dieron demasiado la lata, pero el trabajo no solo no se detuvo, sino que se multiplico. No pare ni un instante, ya que tenia que supervisar de vez en cuando que todos estaban bien, ayudarles uno a uno a rellenar correctamente la cartilla de inmigracion, aclarar sus dudas, vigilar que no armaran escandalo, preparar la documentacion de las familias de acogida a nuestra llegada, etc. Para colmo de males, cada uno estaba sentado en un sitio distinto del aparato, asi que imaginad las caras de las azafatas cada vez que se cruzaban conmigo en medio de los pasillos. Los pocos momentos de relax los pase hablando con una chica muy agradable de mi edad que estaba estudiando Piano en Nueva York (flipad!). Era de Valencia y debia tener mas pasta que Cristiano Ronaldo, ahora que esta tan de moda. Me alegro de haberla conocido porque se agradece un respiro entre tanto ajetreo con adolescentes.
Los problemas llegaron al aterrizar. Tres de mis estudiantes no veian salir sus maletas. Esperamos en vano durante 40min al lado de la cinta transportadora, pero las dimos por extraviadas y tuve que acompanharlos a la oficina de la companhia aerea a reclamar. Es un conhazo, pero tengo que deciros que menos dificil de solucionar de lo que habia pensado. Y mientras tanto, los otros 16 esperando aburridos mi regreso al otro lado de la gigantesca sala de recogida de equipajes. Cuando ibamos a salir en el autobus con destino a Ottawa, acompanhados por uno de los responsables de Red Leaf en Montréal (que no me pudo llevar mi telefono de contacto canadiense, he aqui otro contratiempo), una senhorita de Air Transat nos localizo in extremis para informarnos de que milagrosamente las maletas habian aparecido. Que alegria me lleve al ver como cambiaba la cara de los tres chicos. Son de los mas timidos del grupo y estaban nerviosos y preocupados. Ya estaba preparando mi discurso para consolarlos...
Tras mas de dos horas y media de autobus, finalmente llegamos a Ottawa rozando las 22h (hora local), despues de casi un dia entero de trabajo ininterrumpido por mi parte desde que saliera de Madrid. Alli conoci a la responsable de las familias de acogida, Penny Sherwood (si, como el bosque de Robin Hood!), una senhora de unos 60 anhos (que aqui el tipo de malentendidos a los que aludia anteriormente, jeje) muy extrovertida y simpatica, que ya me llama "Spidey", por una conha que tuvimos con Spiderman hace un par de dias. Todos mis estudiantes, reventados del viaje, se marcharon en orden con sus respectivas familias, yo incluido. Otro dia os contare un poco mas sobre ese tema.
Y finalmente, cuando pensaba que todo por fin habia terminado y andaba lidiando con la mujer y el chaval con los que vivo in english, you know ;-), recibi una llamada de Penny a las 23h de la noche, explicandome que por un error en la asignacion de los hogares, a una de mis chicas le habian dado una familia con dos perros... y ella es alergica! Al dia siguiente, madrugon y a solucionar el entuerto cambiandola de casa. La pobre tenia los ojos hinchados y rojos la manhana del domingo cuando fui a verla. Por suerte arreglamos el desaguisado en solo unas horas.
En fin, se acerca la hora de la comida aqui y tengo trabajo pendiente. Os ire contando poco a poco y al mismo tiempo encontrare la ocasion de ir escribiendoos e-mails a todos. Os tengo en mi cabeza cada vez que camino por los pasillos del colegio, por las avenidas de Meadowlands o cuando me acuesto cada noche. Un abrazo muy fuerte desde el otro lado del Atlantico.

viernes, 3 de julio de 2009

Destino Canadá

Me voy a la cama en un rato con un revoltijo de nervios que seguramente me dificultarán conciliar el sueño esta noche. Llevo media semana así. Mañana es el gran día; la fecha en la que me marcho a Ottawa a vivir durante cinco semanas como monitor de un grupo de chavales de intercambio dentro de uno de los muchos programas veraniegos que oferta una empresa, Red Leaf, de la que a buen seguro ya os habré hablado hasta la saciedad. Estoy bastante intranquilo (para qué negarlo), pero muy ilusionado con esta experiencia. Eso de tener a 19 estudiantes menores de edad a mi cargo durante más de un mes supone una enorme responsabilidad que afronto con el típico miedo a lo desconocido y con la esperanza de que todo salga estupendamente durante todo este tiempo. Como me ocurre siempre que viajo, no paro de darle vueltas a la cabeza a ver si llevo todo lo que necesito, y cuanto más lo pienso más siento que se me olvida algo. Casi mejor haré el último repaso a mi equipaje mañana mismo antes de salir hacia Barajas, no vaya a ser que me vuelva loco. Lo digo con conocimiento de causa: soy un maníaco compulsivo con este tipo de cosas.
El vuelo sale de Madrid a las 15.15h y durará unas ocho horas. Confío en que no surjan problemas como retrasos, adolescentes rebeldes, etc. Aterrizaremos en Montréal y desde allí viajaremos en autobús hasta Ottawa, donde nos encontraremos con nuestras respectivas familias de acogida, con las que conviviremos a lo largo de todos estos días en la capital del país. Espero que los chicos se porten bien en todo momento y que los responsables de inmigración y aduanas canadienses sean benévolos con nosotros. Sin mucho más que decir, salvo quizás recalcaros las grandes expectativas que me he creado del bonito lugar al que me dirijo, me despido por hoy. Prometo actualizar el blog tanto como me sea posible para contaros anécdotas y vivencias de esta gran aventura al otro lado del Atlántico. Será mi pequeño cuaderno de bitácora y al mismo tiempo la forma más rápida y cómoda de sentiros a todos cerca. Os echaré de menos.
Nos vemos a partir del 8 de agosto. Feliz mes de julio!