miércoles, 24 de septiembre de 2008

Teatro de Cuentacuentos (II)

El viejo y bohemio Cuentacuentos ha estado últimamente más muerto que vivo, sonriendo maléficamente al paso inquietante del tiempo mientras los gusanos de su estómago han ido poco a poco devorando la escasa carne enclenque que todavía cuelga de sus huesos carcomidos. Sin embargo, después de tan vasto periodo de inactividad creativa, ayer su genio inspirador de ultratumba se levantó de su enorme butaca de terciopelo rojo para continuar con su gran obra literaria dramático-prosaica-poética; la que confía que le lleve de una vez por todas al Panteón eterno de los Eruditos, ese místico lugar que nunca debió echarle como socio y al que sin duda pertenece. Hoy, en mi Manual, la libreta de las pequeñas grandes historias, este caballero de las artes escritas del más allá, nos presenta las dos siguientes escenas del primer acto de su ópera magna: Don jose, galán de Moncloa. Cansado de que le tachen de macabro y de que le acusen de ser el principal culpable del cambio climático debido a las cantidades industriales de laca que todas las mañanas se pone para fijar su cabellera podrida, Cuentacuentos se defiende a base de citas célebres románticas y profunda sofisticación en sus escritos. Él siempre afirma que "hay buenos y malos escritores, pero son preferibles los malos porque así uno cuando los lee, los entiende mejor y se siente más culto". Genio y figura... del Ninframundo.
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DON JOSE, GALÁN DE MONCLOA
Acto I
Escena II (Jardines del Castillo de Villalbium)
[Personajes: Capitanes del Ejército del Rey, Rey Manu, Don Jose]


(Aparecen caminando en mitad de la noche los capitanes Héctor y Míguel, dando un paseo juntos por los jardines del Castillo)
CAPITÁN HÉCTOR: Pero qué pasa, Míguel! Extraña noche de luar, en la que tendremos que sobar, por no poder salir de fiesta y disfrutar. Qué tristeza para el otro meu, nuestro antiguo rey, que por terminar con su reina, pasa a ser príncipe meu, sin corona y sin trono acolchado, estaba en la cena acomplejado, meu. Es dura la ruptura, cuando parece que no vendrá, mas no crees, querido topo, que si la cosa empieza a fallar, mejor es terminar, antes que seguir y luego lamentar?
CAPITÁN MÍGUEL: Pedazo de Kaskully! Bien es verdad, que rey en breve no será, pues sin reina, de esta guisa gobernar, es una utopía, de cuyos favores pienso pasar a tiempo, que si no me la lía. Lástima de reina, que muy bien me caía, pero hay que tirar pa' lante, como hacen los de Alicante, EHHH! [*gesto mítico de Míguel] Es preferible primero pasarlo mal, pozi, y después uno empieza a remontar, como le hace Pedrosa a Rossi. De toas formas, pedazo de Cervuno, mejor haría nuestro antiguo rey, ahora nuevo príncipe, en dejar de sollozar por lo que pudo ser y no fue, y hey! Salir a divertirse...
CAPITÁN HÉCTOR: Es una gran idea, Míguel! Si algo ocurriese, que a Manu meu convenciese, para salir afuera de fiesta, algunos problemas se irían, buscaría a sus males él la salida, jaja, gracias a la bebida. Entonces, meu, tal vez empezar a remontar fuese el resultado. Antes en la cena estaba raro, triste y frustrado. No sería genial que Jose, nuestro meu, estuviera de vuelta desde Francia? Manu también se animaría! Ha pasado tanto tiempo, que yo casi ni me acuerdo, de las juergas que cogimos, saltando entre mil garitos, renunciando yo a la gaita, por beber, reír, bailar; por juntarnos de parranda! Querido topo, das fe de los rumores, que anuncian su llegada?
CAPITÁN MÍGUEL: De eso no sé nada, solo albergo, pues, la esperanza. Ay! En estos tiempos de mal trago, añoro la cerveza fría y las aceitunitas de su casa...
CAPITÁN HÉCTOR: De las de la casa de Su Majestad, el futuro príncipe Manu?
CAPITÁN MÍGUEL: Sí, EHHH!
CAPITÁN HÉCTOR: Vamos, que no me estabas escuchando... Pero si de Jose te estaba yo hablando!
CAPITÁN MÍGUEL: Lo sé, qué topo! Mas nada de él, noble galán donde los haya, volví yo a saber, qué rabia! Su ausencia despierta en mí el frenesí, que te juro que no es por ti, de confundir recuerdos y sentimientos. La cerveza del Dátiles, con las aceitunitas de Manué, reunidos todos contentos! Ojalá Jose estuviera aquí, juntarnos para salir todos por fin, protegidos entre una borracha muchedumbre, y dejar así de crearte tanta incertidumbre.
CAPITÁN HÉCTOR: Incertidumbre?
CAPITÁN MÍGUEL: Ah! Con los pies en la cumbre! [*gesto mítico de Míguel]

(Entra Don Jose a lomos de su corcel amarillo, que queda aparcado a un lado)
CAPITÁN HÉCTOR: Ey, tipiño! Has escuchado eso, lo has recibido?
CAPITÁN MÍGUEL: Qué sí, pesao, que a todo cuanto me dices, pura atención presto con mi oído.
CAPITÁN HÉCTOR: BOH, que no! Pero qué dices, home! Yo me refiero a ese extraño ruído... tal vez el de nuestro Ibiza amarillo preferido?
CAPITÁN MÍGUEL: Pues es verdad, tío! No es ese Jose, el bienvenido?
JOSE: OOOH, SÍ! Esos cracks a los que veo!!! Hace mil que no lo hacía, tanta Francia y tanto tema, menos mal que aunque te quema, ahora explotas de alegría!
HÉCTOR Y MÍGUEL: Qué guapo que ya estés de vuelta! Te echábamos de menos!
JOSE: OH, SÍ! Gracias por vuestras palabras, nenos! Es una maravilla estar de regreso, necesitaba la pesquita, las cañitas, el futbito, compartir tanto tonteo! Necesitaba mi España! Diuuus, qué sonrisa que tengo, YAHOOO! [*gritito mítico de Jose] Tenía ganas de veros! Qué tal está por aquí el tema? Novedades necesito, que después de casi un año en Francia, solo queda que me pongáis al día. Eso sí, rápido, en un ratito, pues cansado del viaje llego, y a mi kelly tiro en un fliqui, a tener mi descanso merecido.
CAPITÁN MÍGUEL: Ahora estoy tan feliz, que me da pena que te pires tan rápido y me acerques en tu coche a mi casa, todo majo, EHHH! Pero antes te diré, colega mío, que ahora soy Capitán del Ejército de Su Antigua Majestad, prontamente Príncipe de las Juergas Villalbinas, y que dirijo mil batallones de Ciriakas en Zaragozum, sabes? A donde en breve marcha mi Helen y a donde mañana parto con galones, después de la comida. Tengo una nueva montura, la Kawa, chaval, de todas las motos posibles, es la que no tiene rival.
CAPITÁN HÉCTOR: Y yo te diré, qué tipiño más crack estás hecho, que de pleno derecho, soy Capitán del Ejército de Su Antigua Majestad, prontamente Nuestra Alteza corazón malherido, pero mis batallones están en Alcobendium. Tengo un nuevo corcel, Octavia es como le llamo, negro y feloz como el rayo, que está ahí detrás aparcado. Soy el más rápido de todos en las carreras, el que más corre, estoy cachas y me he hecho un pendiente, símbolo de la seductora mente, del honrado galán y militar valiente.
JOSE: OH, no! Estos militares anacletos! Míguel se pira mañana, Meu continúa en Alcobendium! Me alegro al menos de que os vaya todo bien, chicos. Antes de vuestra partida, tenemos que cenar juntos, disfrutar de una buena comida! Mas contadme si os place también, qué fue de Manu, al que describís como destronado, y qué fue de los otros nobles villalbinos, como el bueno de Ben?
CAPITÁN HÉCTOR: Manu está en su castillo, tristón y disgustado. Tras meses de relación, con su novia lo ha dejado. Eso significa que ya deja de ser rey meu, sin reina a su lado príncipe continuará, soltero apalancado. Lleva gorro negro, sombrero de las heridas de un verano complicado. No ríe, no sale. A todo cuanto le propones, a todo dice que "vale".
CAPITÁN MÍGUEL: Yo del noble Ruben no sé mucho, pero él sí sigue con la princesa Yadi. Estudia, descansa, va de pesca. Pasea y toma cervezas. Anima al Madrid si no sale. Bueno, qué coño, lo anima aunque no salga!
JOSE: Oh, sí, jeje. En eso no hay pero que valga.

(Se asoma a la ventana del Castillo el futuro príncipe Manu, mosqueado por tanto ruido)
MANU: Madre mía, cuánto escándalo. Así es imposible dormir. Bastante tristeza arrastro, bastantes miedos y problemas, para intentar sobar así! Qué pasa en los jardines del Castillo, a qué viene tanta voz de libre albedrío?
JOSE: OOOOH, SÍ, Manu!!! Qué tal vas, chiquitín?
HÉCTOR Y MÍGUEL: Sorpresa! Jose es el que está aquí!
MANU: Qué alegría! Qué gran noticia por fin! Después de un año de Erasmus, Jose retorna a Madrid! Cuándo llegaste, cómo te encuentras, cuándo salimos?
JOSE: Acabo de volver, estoy destroy, pero salgamos mañana a comer!
CAPITÁN MÍGUEL: Pero mañana marcho al cuartel!
MANU: Entonces retrasa tu entrada en casa, sube al castillo con los meus; cenemos juntos de nuevo, para recibirte bien.
CAPITÁN HÉCTOR: BOH, qué carallo! Pero, meu! Vamos a cenar otra vez? Yo ya no tengo hambre, lo que quiero es salir y beber. Aunque pensándolo bien, reunirnos todos de nuevo, puede ser un placer.
JOSE: Subamos los tres entonces, pues.

Acto I
Escena III (Gran salón-comedor del Castillo de Villalbium)
[Personajes: Capitanes Héctor y Míguel, Jose, Rey Manu, Príncipes Jaime y Ruben, princesas Yadira y Miriam, mensajero real]

(Entran en la sala el todavía Rey Manu, los Capitanes del Ejército Héctor y Míguel, junto a Don Jose. Los nobles villalbinos están jugando al Póker, reposando la cena)
DON JAIME: Voy con cinco.
PRINCESA MIRIAM: Ala, Menu! Tan poco dinero tienes?
DON JAIME: Joé, Miri. Es que estoy pelao! Jeje. Qué quieres?
DON RUBEN: Es que fijo que es un farol, tronco. Veo tus cinco y pongo cinco más: diez. A ver si me vences, pardiez! Shiiii! [*silbido mítico de Ruben]
PRINCESA YADIRA: Mmmm, no sé...
JAIME Y MIRIAM: Qué?
PRINCESA YADIRA: No, que no sé quién ganará a quién, jiji.
JAIME Y MIRIAM: Ah, bien!
PRINCESA MIRIAM: Pues yo paso de perder.
DON JAIME: Venga, veo tus diez.
DON RUBEN: Vale, qué tienes?
DON JAIME: Un As en la manga, jeje.
DON RUBEN: Yo tengo full de ases y reinas. OH, sí! Jejeje.
DON JAIME: No tan rápido, amiguito. Escalera de color; súbela a gustito.
DON RUBEN: Ouch, qué mal.
DON JAIME: Jaja! He ganado, Miri!
MANU: Hemos ganado todos!
TODOS: Qué?
DON JAIME: Qué?
MANU: En efecto, queridos nobles de Villalbium, mirad quién ha llegado de duro viaje desde Francia, sin pagar un peaje. El último noble del Parque de La Coruña, aquel que no busca jamás bulla. El rey de las fiestas y los rulos de por ahí; el galán que vuelve a España a recuperar su título de crack de la noche: servirle ponche a Don Jose!
JOSE: Oh, sí; chavales! Jaja. He vuelto!
PRINCESA MIRIAM: Ven Yadi, recojamos las cartas de la gran mesa. Ayúdanos con esta silla, Menu. Y que Jose, cansado, se siente en esa.
JOSE: Ha sido un viaje largo y estoy un poco destroy, pero para seros sincero, todavía no he terminado por hoy. OH, Sí! Me alegro de veros a todos tan bien! Qué alegría, chicos, qué felicidad! Qué razón lleva el que dice que como en casa en ningún sitio, no veáis cuánta verdad!
DON RUBEN: Ese Jose, jejeje. Cómo me alegro de verte, de aquí tenerte al final. Esto de que no estuvieras presente en las juergas, lo estaba llevando fatal. Qué crack!
PRINCESA YADIRA: Me alegro de verte, Jose.
TODOS: Qué?
DON JAIME: Qué?
PRINCESA YADIRA: Que me alegro mucho de verte, joé. [*gesto mítico de Yadi cruzándose de brazos]
TODOS: Ah, es que no te escuchamos bien!

(Entra un mensajero trayendo una carta para el todavía Rey Manu)
MENSAJERO: Para vos, ejem, perdón por la tos.
MANU: Podéis retiraros, gracias. Disculpado por tu voz.
PRINCESA MIRIAM: Quién escribe, quién os llama?
MANU: [leyendo] Es una invitación desde Rivas, con vistas a mañana: "Me complace convidaros a ti y a Don Jose, Galán olvidado de la noche madrileña, a un Concilio en la capital, ahora que está de vuelta, para olvidar todo nuestro mal, y beber toda la peña. El motivo es mi marcha, a las lejanas Italias, me voy cuando vuelve Jose, sé que es una putada! Acabo de enterarme de su retorno, pues las noticias han volado. Espías míos del norte, pescando de camino lo han pillado. Os espero en Quevedo a las diez, los duques allí aguardamos. Sin exámenes, sin temores; nuestro momento ha llegado. Con cariño, en el Sigland, no merendéis, os lo he avisado. Álex, quién esto ha firmado.
DON JAIME: Un mensaje de los Duques de Rivas!
JOSE: Oh, sí! Tengo ganas de verlos, neno! Aunque pena me da que Álex se nos vaya. Para compensarlo saldremos a saco, vayamos a montarla!
DON RUBEN: El castillo a buen recaudo queda, con Jaime y yo al mando. Id sin miedo, Su Alteza, desconectad de todo un rato.
HÉCTOR Y MÍGUEL: Por nosotros no os preocupéis; pues mañana nuestra partida nos aguarda, a Galicia y Zaragozum, toca retirada. Os rogamos no os rajéis, por el gorro no os rayéis: salid a desfasar, a pasarlo pirata: a dar la campanada!
YADIRA Y MIRIAM: Sí! Id, Manu, id a reir sin cesar; a bailar, a respirar aire fresco, a salir al fin de casa, a cenar con todos éstos!
TODOS: Qué?
PRINCESA YADIRA: Jo! Si he dicho lo mismo que Miriam!
TODOS: Ahm.
DON JAIME: Mi-rriam!
MANU: Así pues, no se hable más, me habéis convencido. Es bueno que me despeje, que no llegue la sangre al río. Que me vaya finalmente de fiesta, a disfrutar con mis amigos. Los Duques de Rivas a un lado, los nobles de Villalbium a otro. Suena interesante al menos, un Concilio de despedida, una juntanza en corro. Confirmaré mi asistencia a Álex, para decirle adiós con gusto. Qué digo "adiós", si no es para siempre! Le diremos tan solo "hasta pronto"! Me olvido de mi cabeza, presumiré de gorro!
HÉCTOR Y MÍGUEL: Bien dicho, Alteza!
RUBEN Y JAIME: Qué energía, qué viveza!
YADIRA Y MIRIAM: Acabado lo malo, lo bueno seguro empieza!
MANU: Sin reina, ahora príncipe, tendré que acostumbrarme a eso de Alteza. Me gustaba más majestad, pero al menos una cosa está clara: pienso a partir de ahora venirme arriba, disfrutar y desconectar!
JOSE: Así me gusta, querido Manu; verás cómo lo vamos a pasar.
CAPITÁN HÉCTOR: BOH, qué carallo, meu! Pero antes cenemos y riamos todos juntos, que Jose primero nos tiene que contar!
CAPITÁN MíGUEL: Sí, sí, cabrones; que mañana yo me piro a Zaragozum, y tendré que madrugar.
JOSE: Entonces pues, mi historia os empiezo a contar. Que los sirvientes traigan chupitos, que los vamos a necesitar!

(Se va oscureciendo el escenario a medida que Don Jose empieza a contarles a todos los nobles villalbinos sus vivencias francesas)

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