martes, 15 de enero de 2008

El rey plagiado...

Recientemente en El pingüino siempre llama dos veces, me quedaba tan alucinado como decepcionado al analizar en profundidad el gran clásico de Disney El rey león. Siempre había sido una de mis pelis favoritas de cuando era pequeño. Los dibujos estaban muy currados, la historia era original e interesante, los personajes tenían gancho, la B. S. O. (cuyas canciones canté durante meses) era para enmarcar, sus escenas, su temática, su ambientación... Y sin embargo, se me ha caído un mito.
Resulta que lo que durante años había considerado como la mejor película de Walt Disney, el filme por animación que yo más había idolatrado, se ha revelado como una burda copia de un anime japonés de los 60 llamado Kimba: el león blanco. El estupor que sentí hace algunas semanas en el programa de Jaime, no puede compararse con la desilusión que susupo comprobar poco después como mi particular cenit de la factoría de magia y sueños que era la casa Disney por aquel entonces para todos nosotros, se hundía para siempre. Sentí como si hubieran sacudido un pequeño trozo de mi infancia, como si Disney me hubiera engañado aprovechándose de la inocencia de un niño. Yo confiaba en Disney y creía en ellos. Ahora, viendo el parecido de ambos dibujos, me cuesta hacerlo.
Parece algo personal, pero lo cierto es que me gusta pensar que este texto puede ser un tirón de orejas, una pequeña crítica, para una compañía multimillonaria que lo fue aún más tras copiar casi literalmente a ese manga de Osamu Tezuka. Personajes, nombres, escenas... todo sospechosamente demasiado similar. Adjunto el enlace a una comparativa que encontré por internet para darle más peso al post, pero hay mucho más material por ahí si os pica la curiosidad:
http://www.quintadimension.com/televicio/index.php?id=96 O a lo mejor no hay tal plagio y estoy siendo un malpensado... pero creo que es para serlo.

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