
Lo cierto es que molaba un montón ver a los cuatro componentes del mítico grupo de Liverpool bailar de forma tan creíble sujetos únicamente por unos cuantos hilos; con solos apoteósicos de sus respectivos instrumentos y juntándose para cantar dos a un solo micro cada cierto tiempo. Esa pareja de artistas propone con su espectáculo de guiñoles algo original y diferente que merece la pena contemplar al menos unos minutos si coincide de ir por allí. La gente hizo un buen corro alrededor y aguantaba más de una canción antes de marcharse. Yo, que pensé que era buena idea compartir la anécdota con todos vosotros, hasta les saqué una foto con el móvil. La misma que os dejo aquí para que os hagáis una idea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario